jueves, 4 de junio de 2009

Extrema

No fumo en una semana o acabo con un paquete de cigarrillos en una noche.

Paso días sin comer más que un tomate, algún café con leche con galletas maría. Después, en la cocina, cargada con pescados frescos, verduras, salsas y Paraberes, preparo un festín para mí sola.

Compruebo el buzón de mi correo electrónico cada cinco minutos, por si llega un mensaje importante. O paso tres días sin acercarme al ordenador.

Todo es agotador, incluso el no hacer nada. Me quiero hasta la angustia; me desprecio hasta la náusea. Estoy en mis manos, y asusta.


1 comentario:

  1. Bárbaro.
    No serás géminis, ¿verdad?
    Todos somos, de alguna manera, Jeckyll y Hide, para los demás y para nosotros mismos.
    Abrazos.

    ResponderEliminar

Oh, ¡hay vida!