lunes, 20 de julio de 2009

Nana

Mientras canto trato de moverme lo menos posible; su remolino rubio me hace cosquillas en la nariz, y la arrugo para contener un estornudo que destruiría mi obra. Intuyo en la respiración tierna y pesada que ya casi está dormido, pero aún se sobresalta ante mis silencios, así que da capo.

Mi voz, monótona, crea una muralla. A este lado estamos tú y yo. ¿Ves?, ahora somos inalcanzables. Y estamos suspendidos en la noche, cercados por retazos de una realidad que se desmenuza sólo con rozarnos.

Paradójicamente, quien se asusta al abandonar sus brazos diminutos soy yo.


8 comentarios:

  1. Oclock, me resulta dificilísimo decirte algo tras leer este texto. Pero es que todavía me resulta más difícil irme sin decirte que me cuesta decirte algo.

    Y esta canción... uf.

    :)

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  2. Hola, Semifusa. Nunca he sabido canciones infantiles (en realidad ni de pequeña me gustaban). Mi madre me dormía cantando coplas de la Piquer (me costó entender qué era lo que hacía esa mujer buscando como loca a un marinero rubio como la cerveza; o a la otra, la que exclamaba "no me tienes que dar ná"), pero yo no tengo voz para continuar la tradición (canto como un borracho).

    Así que pensé que esta melodía y su texto se adecuarían mejor al susurro de la vigila.

    Gracias por tus palabras.

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  3. Necesito tener un hijo y lo necesito ya. ¿Voluntarios?

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  4. Gracias Freia, estos días apenas tengo tiempo de postear y he tirado de rutinas. Me rodeo de cosas hermosas, sí.

    Violetera: sabes que, si firmas, todo lo mío es tuyo. Aunque no es oro todo lo que reluce, aviso.

    Besos.

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  5. Paso por aquí a diario, a escuchar música y a empaparme de tus textos, pero raramente sé qué decir... Con lo que me gusta a mí dejar comentarios... nunca encuentro nada que apuntar. Y temo estropear el contenido de tus posts.
    En fin... El silencio a veces tampoco está nada mal... aunque mira que me cuesta tener la boca cerrada...
    Saludos!

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  6. Una bella mujer cantando una nana a un niño en brazos es una imagen sagrada,mucho más que un ajusticiado sangrante.

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  7. Claro que el silencio no está mal, Rubentxo. ME alegra saber que te pasas por aquí. Eso sí, nada de vergüenzas, hombre. A escribir todo lo que quieras, que lo haces estupendamente.

    Lansky, tan certero como siempre. La exactitud criminal te delata.

    Besos a ambos.

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Oh, ¡hay vida!