lunes, 31 de agosto de 2009

Asidero

Te estaba esperando: sabía que llegarías pronto. O tarde. Pero seguro.

El momento era casi lo de menos, si ya he aprendido a domar el tiempo, a hacerme fuerte en la espera, a aliarme con la lentitud del segundero armada de aficiones: trincheras ante el aburrimiento, espías de la inconsciencia.

Te miraba de lejos casi burlona, porque te he conocido antes de encontrarnos, y te he reconocido inmediatamente.

Por mucho que pese la realidad, es todo bastante maravilloso.

5 comentarios:

  1. ¿Algo puede ser bastante maravilloso? Hay adverbios que degradan los adjetivos. Me has recordado el uso que en Perú daban a "bastante", equivalente al muy/mucho nuestro. Me acuerdo que mis padres se mosquearon mucho cuando, tras una cena que habían organizado, una de las invitadas le dijo que se había divertido bastante.

    La canción de Paolo Conte me gusta bastante, por cierto. Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Es cierto que la realidad pesa, pero también es cierto que a veces quiero emborracharme de realidad!!!!

    ResponderEliminar
  3. Miroslav, el adverbio-guijarro está elegido aposta. Claro que rechina, pero es que incluso el lenguaje sirve para engañar, o para hacer ver cómo está el percal. Nada es sólo maravilloso, o insoportable. Tus comentarios siempre aciertan, en cualquier caso. Y la canción de Conte sí es perfecta.

    Insustancial, claro, de eso se trata. De cogerla por los cuernos cuando tienes cómo sujetarte.

    Besos a los dos.

    ResponderEliminar
  4. Estoy comiendo (zarza)moras silvestres y leyéndote y escuchando la pieza que has colgado. ¿Qué más se puede pedir?
    Besos (bastantes)

    ResponderEliminar
  5. Rubentxo...¿Cómo haces para ser siempre tan agradable?. Zarzamoras, qué buenas: en una ocasión hice mermelada con ellas, le añadí una hojita de menta y un breve chorro de ron. Qué magníficos desayunos fueron aquellos...

    Besos

    ResponderEliminar

Oh, ¡hay vida!