viernes, 15 de mayo de 2009

Jose Cuervo

Ayer dediqué la noche, junto a mi querida G., a identificar científicamente (prueba-error) cuál es la proporción exacta de los distintos ingredientes que forman un margarita perfecto.

La conclusión fue, claro, que a mayor cantidad de alcohol más sabor. Y mayor despliegue de floreos verbales al describir (he aquí dos borrachas) a esa, la infecta raza masculina.

La resaca de tequila es, con mucho, más desagradable que la de ginebra.

Me rindo a la estética y confieso que, en realidad, lo que más me gusta es contemplar esas copas escarchadas en sal, casi como azoteas invernales al borde del deshielo.

1 comentario:

  1. Vaya...
    Qué mal día he elegido para pasar por aquí... Tengo una resaca de Chivas que no es normal...
    Me voy a hacer ka siesta...
    Besos!!!!

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Oh, ¡hay vida!