Debe estar en algún sitio: el botón para no pensar.
Logro activarlo durante algunos momentos gracias al alcohol, supongo que las drogas también podrían valer.
Nada me hace burla aposta, pero lo que me rodea parece ser una caricatura de lo que planeé.
Hoy tengo resaca de obsesiones, y preferiría haber pasado la noche borracha.
jueves, 16 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Oh, ¡hay vida!