He actuado igual que mis enemigos: el daño que me quieren infligir lo he causado yo antes.
Tengo ventajas: preveo sus movimientos, planeo las respuestas, mido el tiempo sin que se me note.
La lucha me entretiene: juego, están en mis manos, les miro desde lejos, noto su asombro.
Tan sólo debo defenderme de mí y, en la violencia, no ser consciente de mi pasada crueldad.
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Oh, ¡hay vida!