viernes, 11 de diciembre de 2009

J.

Me pidió que viajase con él. Me prometió enseñarme los rincones más románticos: juró que huiríamos de los parisinos ariscos y beberíamos vin rouge a morro. Me comparó con una pintura intuida que por fin puede contemplarse en su esplendor.

Fue sincero, y sencillo.

Fue un encanto.

Tú me miras en silencio, mientras él se retira.


2 comentarios:

  1. Y a veces es demasiado parecida a los telefilmes baratos.

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  2. Pobre J.

    Los silencios forman parte de esas pocas cosas de las que sí nos arrepentiremos (los silencios que no nos atrevemos a romper, claro).

    Un beso

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Oh, ¡hay vida!