jueves, 29 de octubre de 2009

SEMINCI

Compras las entradas expectante. Porque la versión original, las películas raras -esas que al parecer sólo comprenden unos pocos estetas- llegan escasas a provincias. Y porque, de algún modo, caes en la tentación y te sientes especial; o haces un paréntesis en la costumbre cinéfila de las ciudades pequeñas que comprende: peli, pincho, cotilleo (divorcio, embarazo, polvo no tan discreto como debiera).

Y guardas cola, y lees la reseña, y te sientas lejos de tus amigos porque eres un cinéfilo y en realidad vas a ver esa supuesta joya que, de pronto, chirría, porque una protagonista no se crea a golpe de melena; ni una historia es más fidedigna porque la actriz porno interprete a la puta de lujo, o se mencione todo un catálogo de lencería...¡o a Zara! -quiero suponer que en una concesión a la realidad, aunque no me extrañaría que hubieses algún acuerdo mercantil de por medio-.

Porque en realidad, y aquí está el problema, si no hay algo bueno que contar, aunque sea sin medios, apenas hay nada que hacer. Prefiero una buena historia que cien rodeos.

Es muy difícil hacer buen cine, más aún si lo que se muestra es el reflejo de lo más hediondo de la sociedad (la riqueza ganada sin esfuerzo, la defensa de la belleza como paradigma del triunfo, la superficie de las personas como exponente de lo que guardan, o de lo que jamás serán). Si he de elegir prefiero llantos, lágrimas, vómitos, sudor, angustia, cuerpos imperfectos. Reniego de la exaltación del lujo si no lo justifica la historia, porque me da miedo lo que estamos legando a nuestros hijos.

Y sí, la calle Santiago se adorna con una enorme alfombra roja por la que nos paseamos los vallisoletanos, pero me gusta pensar que todavía queda un poco de esa rugosidad castellana que cantara Unamuno y que si hacemos como que no reconocemos a los actores es sólo porque aún tenemos autenticidad.

O puede que sólo seamos una panda de gilipollas...


3 comentarios:

  1. Lo has dicho muy bien. Contar bien una historia siempre es muy dificil, si encima la susodicha historia es imbécil o el autor pretencioso...

    Si tienes la oportunidad vete a ver Katyn de Wadja (pronúnciese badia). El secreto de tus ojos tampoco está mal, Darin es un prodigio, aunque el final es edulcorado y tramposo. Y si quieres pretenciosidad cinéfila (todos los críticos la han puesto por las nubes) vete a ver la últimasa de Jarmush, un ashhhcooo, soy tan simplén que se me escapan los matices.

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  2. Por cierto, una sugerencia, si me permites, para que se la transmitas a los listillos esos de la organización: mejor que Seminci, que suena estreñido, por qué no Semencine, que suena machote, ¿Eim?

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  3. Querida amiga O'Clock, me he partido de risa pensando en todos los bodrios que se pasean por esos festivales (desde tu certera visión de cinéfila como Dios manda -que decía mi abuela-)¿Quieres buen cine? ¿Quieres saborear genialidades olvidadas y pasar de todos esos gilipollas que van al cine a comer palomitas y a morrearse? Cosa normal teniendo en cuenta todos los ladrillos que les encasquetan, y que además la entrada vale un huevo- que menos, pues, que morrearse, dado el precio- apúntate al DVD y saborea en paz y sosiego la belleza, la genialidad, la sensibilidad: ¡dos obras de arte voy a aconsejarte recién saliditas del horno! ¡No te las pierdas, amiga, me lo agradecerás! "UNA HISTORIA DE AMOR" de Jorge Grau, editada por SUEVIA FILM, maravillosa e irrepetible, para que se limpien los mocos todos los bobos que van al cine a ver colorines. En blanco y negro y gozada asegurada. Y otro esplendor más grande que el cometa Halley (yo la pondría en la lista como la película nº 1 del cine Europeo) bella, estremecedora, OLÍMPICA, y si no acabas con escalofríos al final del film (y a todo lo largo de él), es porque hay que ser de adoquín. Acaba de salir en DVD. Copia remasterizada grandiosa y wide screen: "LES DIMANCHES DE VILLE D'AVRAY" editada por COLUMBIA, aunque la han editado con el nombre de SIBILA (en inglés era SUNDAY AND CYBELE)No te la pierdas, es una de las películas más hermosas de la historia del SEPTIMO ARTE con un Hardy Kruger y una Patricia Gozzi que te ponen los pelos de punta. Pero, ante todo, si la adquieres y la gozas, no se te ocurra verla con el doblaje en español, sino en versión original francesa subtitulada. Creo que si me haces caso vas a saborear una de las maravillas más grandes que se han filmado jamás.Es un monumento histórico de la cinematografía francesa. Saludos y que la llores a gusto, si te decides a adquirirla (es más barata que una entrada de cine cajita de cerillas- Besotes de tu amigo Pablo-Stavros

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Oh, ¡hay vida!