En el fondo, tal vez no sea del todo malo estar en constante cambio. La característica inseguridad que me abruma a lo mejor me vale de acicate.
He tocado muchos palos con desigual éxito, similar intensidad (insoportable, al parecer). La experiencia sí es un grado.
Estoy siempre en construcción. El día que cubra aguas prometo bañarme en un mar de ginebra.
martes, 28 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Oh, ¡hay vida!